Desgraciadamente, en el año de 1914, cuando la producción de nácar y perlas naturales estaba en su auge, las instalaciones de Vivès fueron saqueadas y destruidas por las tropas del ejército Constitucionalista.
A partir de ese momento, todas las perlas sólo se obtendrían de los bancos naturales, por lo que se procedió a la explotación masiva e irracional. A fines de la década de los treintas, los bancos ostrícolas remanentes de las costas de Sonora, Sinaloa, Nayarit y Baja California Sur fueron devastados por una inexplicable mortandad.
Nunca se supo a que se debió la catástrofe, aunque fueron varias las hipótesis formuladas: una epidemia natural, o el poco probable envenenamiento inducido por los japoneses; o se atribuye la culpa al hecho que los pescadores arrojaban la carne del molusco de vuelta al mar, sobre los mismos bancos; la sobre pesca y captura ilegal; la disminución de afluentes en las costas de Sonora, utilizados para riego y su contaminación con pesticidas; e incluso pudiera haberse debido a fenómenos naturales, como un año “Niño”, o por la disminución de los aportes del río Colorado (a causa de la operación de la presa “Hoover”).
Nunca se supo a que se debió la catástrofe, aunque fueron varias las hipótesis formuladas: una epidemia natural, o el poco probable envenenamiento inducido por los japoneses; o se atribuye la culpa al hecho que los pescadores arrojaban la carne del molusco de vuelta al mar, sobre los mismos bancos; la sobre pesca y captura ilegal; la disminución de afluentes en las costas de Sonora, utilizados para riego y su contaminación con pesticidas; e incluso pudiera haberse debido a fenómenos naturales, como un año “Niño”, o por la disminución de los aportes del río Colorado (a causa de la operación de la presa “Hoover”).
Así, tras cerca de 450 años de explotación, las Perlas del Mar de Cortez se convirtieron en una Leyenda…
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